Si aquí abajo está tu nombre, has hecho feliz a una persona más.

sábado, 2 de junio de 2012

No hay título para describir lo que siento.

Me dicen que tengo suerte por tener un plasma de sesenta pulgadas, aparte de cinco televisiones más. Me dicen que ojalá fueran yo, porque tengo muchísimas cosas, porque me dan casi todo lo que pido, y porque seguro que vivo muy feliz. Algunos saben mi pasado, o parte de él, aunque casi nadie sabe el presente. Aunque, ¿de qué sirve contárselo a los demás? La gente siempre se guardará sus verdaderos pensamientos, la gente siempre es demasiado cobarde como para decir la verdad. Desearía tener una casa normal y corriente, con una cocina normal y corriente, con un salón como el de todo el mundo. Una casa que siempre esté impecable, unos padres que siempre estén ahí para ayudarte. Yo sé lo que es sentirse solo. Sé lo que se siente cuando has perdido a tu mejor amiga, cuando no hablas con el único padre que te queda, cuando casi no hablas con tus amigos, y cuando no tienes ningún punto de apoyo. Muchos dirían, "te entiendo"; cuando no tienen ni idea. Yo creo que si hay algo peor que llorar casi todo el día, odiarte a ti misma, pensar que la muerte es mejor que lo que estás viviendo, si hay algo peor que todo eso, es hacerlo en silencio. Cuando te preguntan, "¿Qué te pasa?" y tú respondes que nada. Cuando mientes acerca de como estás, cuando te piden explicaciones, pero sabes que no te podrán entender. Cuando echas de menos a personas que nunca más podrás volver a ver, cuando mientes a la persona que más quieres en el mundo, duele. Saber de sobra que no vas a cumplir tus sueños, cuando no quieres que llegue gente a tu casa, por miedo a lo que vayan a pensar. Fingir, fingir delante de todo el mundo. Ayudar a la gente, entender sus altibajos, todo eso, ocultando como verdaderamente te sientes. Es increíble lo que puedes esconder, con sólo poner una sonrisa.