Si aquí abajo está tu nombre, has hecho feliz a una persona más.

martes, 28 de febrero de 2012

And I wouldn't change a thing.

Somos como Venus y Marte,
somos como estrellas diferentes, 
pero eres la armonía de cada canción que canto
y no cambiaría nada.
¿Quién dijo que tenías que parecerte un tanto por ciento a una persona para poder estar junto a ella? ¿Quién dijo que hacía falta tener los mismos gustos? ¿O tener la misma edad? Son cosas que el propio ser humano crea, interponiéndose en su mismo camino. Cosas que hicimos pensando que eso era lo correcto, cuando en realidad, todo daba igual. 
¿Quién dijo que había que ser perfectos? ¿Quién dijo que había que seguir a los demás? Cada persona nace con un estilo único, y sólo los cobardes, asustados por esta sociedad que nos sucumbe, van detrás de las tendencias y de los superiores. Puedes salir como quieras, y puedes llevar lo que quieras. No por ser diferente le gustarás menos a la gente. Quién sabe, puede que ahora mismo, esté pasando por tu calle la persona que se enamorará de tu forma de ser, o puede que ya la hayas encontrado.
¿Quién dijo que sólo puedes hablar con los que te convienen? ¿Quién dijo que él fuera malo para ti? Puede que haciendo caso a esas personas, te pierdas a quien lo dará todo por ti. 
Con esto quiero decir, que siendo tú mismo puedes encontrar la felicidad, o más bien, a alguien que te la traiga todos los días a casa. Que da igual la altura, el peso, la edad, el sexo, el color, el dinero o la familia, da igual. Al final, te das cuenta de que hay algo que influye más que eso. Sí, lo hay, el destino. 
-Mónica.

lunes, 27 de febrero de 2012

This love is ours.

A veces piensas, y a las mejores personas que has conocido en tu vida fueron por una simple casualidad, por tonterías o por algo realmente extraño. Cuando las viste por primera vez, nunca pensaste que llegarían a ser tan importantes para ti. Es algo tan... mágico, no sabría cómo explicártelo. Puede que la razón por la que no pueda, es simplemente porque eso no se puede expresar con palabras. Creo que sólo un gran abrazo, una sincera mirada, un beso... Son cosas, que hacen que te percates de lo afortunada que eres al tener a esa persona a tu lado. Cosas que cuando te has despedido de él o ella, hacen que mires al infinito, sonrías y acto seguido te rías. No es raro, es algo normal. Es cuando de verdad esa persona se ha ganado un trozo de tu corazón, que a cada minuto que pasas a su lado, ese trozo va aumentando. Puede que llegue a ocuparlo casi entero, y entonces es cuando deberías sonreír de verdad. Porque eso significaría que es la persona idónea, alguien al que nunca dejarás de amar.
-Mónica.

viernes, 24 de febrero de 2012

Hay personas que cambian tu vida.

Es inevitable que conozcas muchas personas a lo largo de tu existencia. Puedes llegar a conocer a cientos de personas, incluso me atrevería a decir miles. Hay personas que entran en tu vida, personas que no influyen en ella en absoluto y que no te ayudan en nada. Pero también hay otras, que hacen justo lo contrario. 
Un día normal y corriente, te presentan a una nueva chica. Ella te saluda, pero no es demasiado sociable. Estás gran parte de ese día junto a ella, aunque no es que hayáis intercambiado muchas palabras. Un "Hola", un "¿Quieres sentarte conmigo?", nada en especial. Ese día te marchas a tu casa pensando en lo maja que ha sido esa chica contigo, y tienes ganas de ir al día siguiente a clase para seguir conociéndola. Poco a poco vais hablando más. Contáis cosas sobre el año pasado, vuestro último año de colegio, sobre vuestro viaje de fin de curso... Y la verdad, es que te cae muy bien esa chica. 
Entonces, un día, la chica te sugiere si podéis quedar una tarde. A ella le daba un poco de corte, pero la verdad es que tenía muchas ganas de preguntártelo. Tú accedes sin problema ninguno, porque también piensas que tu nueva amiga es genial. Finalmente quedáis, y la verdad es que os lo pasasteis muy bien. 
Al cabo de un año y varios meses, una de las chicas empieza a cometer un gran error. Las dos lo saben, y ella intenta hacerte razonar. Pero su amiga no reacciona, porque está harta de hacer siempre lo que el mundo le dice que tiene que hacer, de que le manden, ¡quiere vivir su propia vida! Su amiga, harta de todo, no sabe qué hacer. Decide alejarse de ella, aunque la verdad es que no sabe si está del todo bien o no. La otra chica, sigue en las mismas, sigue igual de rebelde, incluso un poco antipática. Por otro lado, la otra amiga no sabe qué hacer, sonríe mucho menos, y no tiene ganas de pasárselo bien. A veces se engaña, y ríe por unos momentos, pero luego recuerda su amistad perdida, y vuelve a las andadas.
Después de casi un mes, esa chica está harta de pasarlo así, de que cada vez que ve a su amiga, no pueda ni mirarla a los ojos porque se pondría más triste de lo que está, así que se le ocurre una idea: Hacerle un vídeo a su amiga para volver a ser las inseparables BFF. Le lleva toda la tarde hacerlo, y cuando lo termina, espera ansiosa a que su amiga se conecte para poder enseñárselo, está deseando arreglar las cosas con la chica a la que tanto echaba de menos.
Cuando la otra amiga se conecta, ella no tarda ni diez segundos en enviarle su vídeo y para matar el tiempo mientras espera, decide ver el vídeo a la vez que ella. Cuando termina, su amiga le dice que vuelva. Ella ríe, y le hace entender que quiere que vuelvan a seguir como siempre. Creen que lo han arreglado, y las dos están... ¿felices? Más que eso. Quedan para el día siguiente, y para la chica del vídeo es como un sueño, que varias veces había tenido.
Cuando llega el día, las dos van a ver una película, y están mirando en internet algunas de ellas. La chica se va a comer, y cuando vuelve, su amiga le dice que es mejor no quedar. Piensa que se tiene que acostumbrar, porque le resulta raro que vuelvan a ser amigas tan de pronto. La otra, con una actitud respetuosa, accede y prefiere desconectarse.


Eso último ocurrió hace una semana. Fue tan raro, cada una con opiniones y metas diferentes, que al final no tuvieron otra que chocarse entre sí. Pero lo cierto es, que una no está completa sin la otra, y lo sabemos bastante bien. Nos necesitamos la una a la otra para seguir adelante, para sacar lo mejor de nosotras mismas y, resumiendo, para sentirnos completamente felices. 
Yo, ciertamente, es que ya no sé que hacer o decir. Sabía que esta sería una buena forma de expresarme, ya que se me da mucho mejor que hablar. Todavía estoy esperando una reconciliación, y una sonrisa, un "ya estoy acostumbrada", ¡la verdad es que me da igual! Sólo quiero algo que en su doble sentido diga "tu vida vuelve a tener un significado", para así, poder seguir adelante con todo.


Atentamente, de Mónica para su mejor amiga.

Hola,

creo que no me he presentado todavía. Me llamo Mónica, y como podéis ver con el título del blog, estoy perdida en el medio de la nada. ¿Tenéis vocación por algo? Lo mío es esto. Hacerte transmitir emociones y sentimiento a través de letras. También está la música, por lo que intento tocar el piano, lo intento. 
Siempre me han dicho que tengo mucha imaginación, y eso es algo de lo que me siento orgullosa. Me encanta ver películas y escuchar canciones con las que me sienta identificada, y bueno, por supuesto, leer relatos con los que poder identificarme también. Puedo ser la mejor o la peor, tú decides. Y bueno, si eres alguien falso, o que se ríe de los sueños de los demás, este no es sitio para ti. Escribo para personas que sean capaces de sonreír o llorar con algo, para personas que tengan grandes sueños en mente y con muchas ganas de cumplirlos, para personas que sepan de verdad cómo abrir un corazón. 
Soy un torbellino de risas, de ilusión y de nuevas ideas, y te doy la bienvenida a mi mundo. 

-Mónica.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Distance.

Distancia. ¿A qué te suena esa palabra? Desde que aprendimos a decir esas nueve letras, sabemos que es el espacio que hay entre dos cuerpos diferentes, aunque nunca llegué a imaginar lo que eso suponía.
Conoces a gente del sitio donde vives, unas te caen bien, otras un poco peor, pero conoces a personas. El problema llega, cuando empiezas a explorar, más allá de tu alcance. Empiezas a hablar con gente de otra ciudad, de otra provincia, de otra comunidad o incluso de otro país. Empiezas a hablar más y más con esa gente, hasta que llegas al punto de... ¿Quererlas? Piensas que es imposible, ya sea como amigo o como algo más, nunca has visto a esa persona en tu vida, y crees que es imposible llegar a quererla. Puede que la hayas visto un par de veces, o que llegue el día en el que por fin, os veáis cara a cara, pero lo cierto es que no será como ese vecino que ves todas las mañanas. Ni será como ese profesor que siempre llega de mal humor. No, es tu amigo, tu mejor amiga, el chico que te gusta, ¡tu novio! Da igual, sabes que vive a x kilómetros de ti, y que por primera vez en tu vida, vas a tener que enfrentarte a la distancia.
-Mónica.

Little things.

¿Quién no ha tenido nunca algún sueño? Algo que aspiras conseguir, alguna meta en tu vida... A veces, pensamos en lo que queremos hacer de mayores. ¿Qué queremos ser realmente? Cuando era pequeña, mi plan para el futuro era encontrarme al príncipe del país por la calle, casarme con él y ser, bueno, princesa. Sí, algo estúpido... Pero a esa edad todo son sueños. Conforme más añadiendo años a tu vida, te vas dando cuenta de lo que te gusta de verdad y de lo que no. Nunca me gustaron los deportes, por eso nunca quise ser jugadora de fútbol profesional. Tampoco me gustaban las matemáticas, la verdad es que nunca se me dieron especialmente bien. ¿Sabéis algo que sí que me encantaba? La música y las letras. Sí, llevarme todo el día escuchando música, o escribiendo en un blog que leerán unas escasas dos personas me ha llenado siempre de ilusión. Entonces, poco a poco te vas dando cuenta, de que no hace falta aspirar tanto. Puedes imaginar que tendrás fama y fortuna, y te imaginas que eso te hará feliz. ¿Y quién sabe? Puede que te quedes a la mitad del camino, pero por hacerlo no tienes por qué estar infeliz. Puede que te lean dos personas en vez de dos millones, y no hacen falta más.
Puede que no consigas llegar a lo más alto, y puede que sigas siendo feliz. Pero sobre todo, ¿sabes por qué estoy tan segura de esto? Porque puede ser, que la felicidad venga en compañía de los pequeños detalles que te brinda el destino.
-Mónica.

martes, 21 de febrero de 2012

Comencemos con un para siempre.

Hay muchas formas de presentarse. Puedes ser educado, o puedes ir a lo loco. Puedes pararte a medir tus palabras, o correr el riesgo y decir lo primero que se te ocurra. Puedes ser tímido, pero también puedes incluso intimidar a la otra persona. La verdad es que todo eso da igual, pues todas son presentaciones, y a veces, algo muy grande empieza con un simple "Hola".
A veces nos ponemos a pensar, y nos parece increíble cómo cambian las cosas. Cuando dijiste un simple "Hey, ¿qué tal?", y miras ahora, en lo que se ha convertido. Puede que esa persona a la que hablaste por aburrimiento, o por querer conocerla, ahora sea muy importante en tu vida, tanto, que serías diferente si no estuviera. Puede que esa persona ya se haya ido, y entonces es que no elegiste bien. Porque alguien que se aleja de ti, es que no nació para estar contigo, dándote su apoyo. Puede que haya motivos, a tu favor o en tu contra, por los que esa persona ya no está a tu lado, aunque tampoco es que haya que preocuparse demasiado.
¿Qué tal si comenzamos con un pequeño saludo? Quizás dure toda la eternidad.


Mónica.