Si aquí abajo está tu nombre, has hecho feliz a una persona más.

sábado, 2 de junio de 2012

No hay título para describir lo que siento.

Me dicen que tengo suerte por tener un plasma de sesenta pulgadas, aparte de cinco televisiones más. Me dicen que ojalá fueran yo, porque tengo muchísimas cosas, porque me dan casi todo lo que pido, y porque seguro que vivo muy feliz. Algunos saben mi pasado, o parte de él, aunque casi nadie sabe el presente. Aunque, ¿de qué sirve contárselo a los demás? La gente siempre se guardará sus verdaderos pensamientos, la gente siempre es demasiado cobarde como para decir la verdad. Desearía tener una casa normal y corriente, con una cocina normal y corriente, con un salón como el de todo el mundo. Una casa que siempre esté impecable, unos padres que siempre estén ahí para ayudarte. Yo sé lo que es sentirse solo. Sé lo que se siente cuando has perdido a tu mejor amiga, cuando no hablas con el único padre que te queda, cuando casi no hablas con tus amigos, y cuando no tienes ningún punto de apoyo. Muchos dirían, "te entiendo"; cuando no tienen ni idea. Yo creo que si hay algo peor que llorar casi todo el día, odiarte a ti misma, pensar que la muerte es mejor que lo que estás viviendo, si hay algo peor que todo eso, es hacerlo en silencio. Cuando te preguntan, "¿Qué te pasa?" y tú respondes que nada. Cuando mientes acerca de como estás, cuando te piden explicaciones, pero sabes que no te podrán entender. Cuando echas de menos a personas que nunca más podrás volver a ver, cuando mientes a la persona que más quieres en el mundo, duele. Saber de sobra que no vas a cumplir tus sueños, cuando no quieres que llegue gente a tu casa, por miedo a lo que vayan a pensar. Fingir, fingir delante de todo el mundo. Ayudar a la gente, entender sus altibajos, todo eso, ocultando como verdaderamente te sientes. Es increíble lo que puedes esconder, con sólo poner una sonrisa.  

sábado, 26 de mayo de 2012

Noticias.

Sé que me he presentado, pero aún así no sabéis nada de mí. Tampoco es que seáis muchos los que me leéis, por ahora ninguno. Me encanta escribir, ¿sabéis? Y aunque nunca he tenido a muchos lectores, y sé que es muy difícil conseguirlos, siempre he mantenido la idea de que si no vives con algún sueño que perseguir, ¿por qué estás viviendo entonces? Vale, quizás yo tenga demasiados sueños que cumplir, pero por lo menos tengo muchas razones por las que vivir. Así que, voy a empezar a publicar capítulo a capítulo una historia que estoy comenzando, aunque por ahora sólo lleve dos capítulos. AVISO: No es la primera historia que escribo, y todas las demás no es que las haya terminado, precisamente. Así que, intentaré no dejar ésta a la mitad, y lo siento de verdad si termino haciéndolo. Soy incapaz de seguir escribiendo algo que no me guste o motive.
Espero poder contar con vuestras opiniones dentro de algún tiempo, aunque no sé exactamente a quién me estoy refiriendo ahora mismo.
Otra cosa, la historia no tiene título, cuando lo tenga os avisaré :)

lunes, 2 de abril de 2012

All is now wrong.

Querer cambiar. Todo el mundo quiere cambiar por lo menos algo de su vida, ¿no? Lo intentamos, queremos que nuestro día a día vaya a mejor. Muchas veces eso se asocia con cumplir nuestros sueños, pero yo hoy no quiero hablar de eso. ¿Nunca os habéis sentido fuera de lugar? ¿Que nadie os comprende? ¿Que todo, o una gran parte debería ser diferente? Pues ahí es a donde quiero ir a parar yo. Hasta hace unos años, era... lo que se dice normal. Normal, qué palabra, creo que a veces, río al escucharla por no echarme a llorar. Normal, yo antes era normal. Hasta que un suceso, un simple error, hace que todo cambie, y entonces ya no puedes llamarte a ti mismo, normal. Hay momentos de confusión, momentos en los que no sabes que hacer. Pero tienes que seguir manteniendo una sonrisa para todo el mundo, y eso a veces... cansa. Es cuando estás mal, y tienes que darte cuenta de que ya eres rara, extraña. Que ahora tienes otra normalidad, diferente a la de la mayoría de las personas que están a tu alrededor. Es cuando a veces, ni una canción es capaz de sentirse identificada contigo. Cuando te sientes casi completamente sola, aunque tus más cercanos te digan que no. Es cuando tienes miedo, de que lo poco que te queda se esfume, y te derrumbes del todo. Es como cuando tienes que aceptar que las personas vienen y se van, conscientemente o sin querer. Cuando sabes que detrás de la tormenta siempre sale el sol, pero también sabes que esta tormenta tiene para largo, además de que el sol no quiere brillar.

martes, 20 de marzo de 2012

You know my name, not my story.

Estoy sentada en el sofá de mi salón, esperando a que mi padre termine de comer. En el telediario, nos cuentan las últimas noticias del día. Es el momento más normal que estoy teniendo en bastante tiempo. Por la noche pienso; pienso ¿por qué? Por qué no puedo tener energías a rebosar como todos los de mi edad, por qué no puedo estar ahora mismo en el instituto, quejándome de las clases. Por qué llevo tantísimo tiempo así, sin que me digan nada claro, por qué tengo que ocultar tantas cosas a la gente... Por qué no puedo llevar una vida más o menos normal, como la de casi todos. 
Me conoces, y me ves simpática. Una chica que todos los días sueña con conocer a su ídolo, una chica con miles de ideas en mi cabeza, una chica con ganas de reír y que nunca te defraudará. Llegué a la conclusión de que era mejor que la gente viera esa parte de mí, y no la otra. 
Puede que nunca te lo haya mostrado, pero también puedo ser una chica egoísta, una chica que sólo quiere saber de lo que le interesa. Alguien insoportable, con miles de complejos. Puedo ser mala, y puedo hacerte enfadar, o hacerte sentir triste, aunque no lo sienta realmente. Puedo hacer todas esas cosas, pero siempre preferí ocultarlo. 
Conoces mi nombre, no mi historia. No lo olvides.

-Mónica.

lunes, 19 de marzo de 2012

La vida es escalar.

Cuando escuchas una canción que te hace pensar, y no puedes evitar mirar a otro lado y llorar. Cuando sabes que estás haciendo algo que tienes prohibido, y que te dará más problemas de los que tienes, pero sin embargo no te importa. Cuando sientes que nadie te termina de entender. Cuando quisieras desaparecer de este lugar. Cuando quieres cambiar tu rutina de siempre. Cuando no sabes qué hacer. Cuando las personas te van olvidando. Cuando te sientes casi sola, cuando no sabes si realmente tienes a alguien. Cuando sabes que ni las súplicas pueden arreglar esas cicatrices, cuando te avergüenzas de ti misma.
Es ese el momento en el que te das cuenta de que te has caído. De que te has hundido, y de lo que cuesta seguir adelante y levantarse. Te das cuenta de lo que has hecho, de lo que fuiste y lo que eres, y no pretendes ser otra persona diferente. 
Cuando estamos en esos momentos, lo que de verdad necesitamos que alguien que nos venga desde la cima de la montaña y nos diga: "¿No es preciosa la vista desde allí arriba? Ven, podremos alcanzarla juntos".


-Mónica.

In real life.

En la vida real, ahora mismo tengo mil cosas que hacer. Trabajos, exámenes, estudios. En la vida real estoy casi totalmente sola, y las cosas son difíciles. Así que sueño, y en mis sueños todo es mucho más perfecto. Me levanto todos los días con una sonrisa en la cara, cosa que hace mucho tiempo que no ocurre. En sueños, soy capaz de hablar con todo el mundo, de sentirme a gusto conmigo misma, de hacer lo que me gusta, de ser completamente feliz. En mis sueños no hay falsos a mi alrededor, todo parece un perfecto cuento sin final. Pero siempre termino despertándome, y por consecuencia, dándome cuenta de que todo eso era una gran mentira. En la vida real me cuesta mantener una sonrisa para todo el mundo, me cuesta no dañar a las personas, y me deprimo bastante cuando estoy sola. 
En la vida real todo es más duro. Personas que se van y nunca vuelven, sentimientos totalmente diferentes. Aquí, quisieras arreglar el mundo, aunque sabes que no podrás. Querrías salvar el planeta, pero sabes que es imposible. La gente te olvida, y tú los olvidas a ellos. Aquí no todo tiene un final feliz, o qué digo, nada tiene un final feliz. Porque a fin de cuentas, siempre llegará el momento en el que la vida real se apague, en el que no vivirás más en esa "realidad". ¿Podrás después de tanto sufrir, vivir por fin en tus sueños?
-Mónica.

Stay.

Es tarde. Lo apagas todo, y te metes en la cama. Vas a dormir, o es lo que se supone. Empiezas a dar vueltas, pero la verdad es que hay cosas que no se van de tu mente, especialmente una persona. No paras de pensar en él, y en todo lo que ha pasado... Y estás feliz. Sonríes, nada te ha hecho gracia y estás sola en la habitación, pero sonríes igualmente. Hace tiempo te pasó lo mismo, sentías tanta felicidad, que comenzaste a llorar. Llorar de alegría, de comodidad. En este momento, comienzas a reírte. ¿Qué estás haciendo? Te preguntas. Si alguien te viera ahora mismo, pensaría que estás loca. Puede que lo estés, todo el mundo se vuelve loco de vez en cuando. Entonces, una lágrima brota de uno de tus ojos. Pero no estás triste, al contrario, sigues sonriendo. Piensas, ¿de verdad esto le pasará a más gente? ¿Soy la única? ¿O es esto lo que se siente, cuando estás enamorada? Una sensación muy satisfactoria te recorre todo el cuerpo. No estás segura de lo que es. Entonces, dejas de llorar. No puedes llorar. Estás tan sumamente feliz, que no puedes pensar en problemas, no puedes llorar, tu cuerpo te lo prohíbe. Te sientes tan bien, que rezas porque puedas parar el tiempo y quedarte así para los restos. 
La verdad es que no te imaginas una vida sin esa persona, y tampoco hace falta imaginársela. Todos buscamos la felicidad absoluta, y si la encontraste en ese momento con esa persona, ¿por qué perderla? 
-Mónica.

martes, 28 de febrero de 2012

And I wouldn't change a thing.

Somos como Venus y Marte,
somos como estrellas diferentes, 
pero eres la armonía de cada canción que canto
y no cambiaría nada.
¿Quién dijo que tenías que parecerte un tanto por ciento a una persona para poder estar junto a ella? ¿Quién dijo que hacía falta tener los mismos gustos? ¿O tener la misma edad? Son cosas que el propio ser humano crea, interponiéndose en su mismo camino. Cosas que hicimos pensando que eso era lo correcto, cuando en realidad, todo daba igual. 
¿Quién dijo que había que ser perfectos? ¿Quién dijo que había que seguir a los demás? Cada persona nace con un estilo único, y sólo los cobardes, asustados por esta sociedad que nos sucumbe, van detrás de las tendencias y de los superiores. Puedes salir como quieras, y puedes llevar lo que quieras. No por ser diferente le gustarás menos a la gente. Quién sabe, puede que ahora mismo, esté pasando por tu calle la persona que se enamorará de tu forma de ser, o puede que ya la hayas encontrado.
¿Quién dijo que sólo puedes hablar con los que te convienen? ¿Quién dijo que él fuera malo para ti? Puede que haciendo caso a esas personas, te pierdas a quien lo dará todo por ti. 
Con esto quiero decir, que siendo tú mismo puedes encontrar la felicidad, o más bien, a alguien que te la traiga todos los días a casa. Que da igual la altura, el peso, la edad, el sexo, el color, el dinero o la familia, da igual. Al final, te das cuenta de que hay algo que influye más que eso. Sí, lo hay, el destino. 
-Mónica.

lunes, 27 de febrero de 2012

This love is ours.

A veces piensas, y a las mejores personas que has conocido en tu vida fueron por una simple casualidad, por tonterías o por algo realmente extraño. Cuando las viste por primera vez, nunca pensaste que llegarían a ser tan importantes para ti. Es algo tan... mágico, no sabría cómo explicártelo. Puede que la razón por la que no pueda, es simplemente porque eso no se puede expresar con palabras. Creo que sólo un gran abrazo, una sincera mirada, un beso... Son cosas, que hacen que te percates de lo afortunada que eres al tener a esa persona a tu lado. Cosas que cuando te has despedido de él o ella, hacen que mires al infinito, sonrías y acto seguido te rías. No es raro, es algo normal. Es cuando de verdad esa persona se ha ganado un trozo de tu corazón, que a cada minuto que pasas a su lado, ese trozo va aumentando. Puede que llegue a ocuparlo casi entero, y entonces es cuando deberías sonreír de verdad. Porque eso significaría que es la persona idónea, alguien al que nunca dejarás de amar.
-Mónica.

viernes, 24 de febrero de 2012

Hay personas que cambian tu vida.

Es inevitable que conozcas muchas personas a lo largo de tu existencia. Puedes llegar a conocer a cientos de personas, incluso me atrevería a decir miles. Hay personas que entran en tu vida, personas que no influyen en ella en absoluto y que no te ayudan en nada. Pero también hay otras, que hacen justo lo contrario. 
Un día normal y corriente, te presentan a una nueva chica. Ella te saluda, pero no es demasiado sociable. Estás gran parte de ese día junto a ella, aunque no es que hayáis intercambiado muchas palabras. Un "Hola", un "¿Quieres sentarte conmigo?", nada en especial. Ese día te marchas a tu casa pensando en lo maja que ha sido esa chica contigo, y tienes ganas de ir al día siguiente a clase para seguir conociéndola. Poco a poco vais hablando más. Contáis cosas sobre el año pasado, vuestro último año de colegio, sobre vuestro viaje de fin de curso... Y la verdad, es que te cae muy bien esa chica. 
Entonces, un día, la chica te sugiere si podéis quedar una tarde. A ella le daba un poco de corte, pero la verdad es que tenía muchas ganas de preguntártelo. Tú accedes sin problema ninguno, porque también piensas que tu nueva amiga es genial. Finalmente quedáis, y la verdad es que os lo pasasteis muy bien. 
Al cabo de un año y varios meses, una de las chicas empieza a cometer un gran error. Las dos lo saben, y ella intenta hacerte razonar. Pero su amiga no reacciona, porque está harta de hacer siempre lo que el mundo le dice que tiene que hacer, de que le manden, ¡quiere vivir su propia vida! Su amiga, harta de todo, no sabe qué hacer. Decide alejarse de ella, aunque la verdad es que no sabe si está del todo bien o no. La otra chica, sigue en las mismas, sigue igual de rebelde, incluso un poco antipática. Por otro lado, la otra amiga no sabe qué hacer, sonríe mucho menos, y no tiene ganas de pasárselo bien. A veces se engaña, y ríe por unos momentos, pero luego recuerda su amistad perdida, y vuelve a las andadas.
Después de casi un mes, esa chica está harta de pasarlo así, de que cada vez que ve a su amiga, no pueda ni mirarla a los ojos porque se pondría más triste de lo que está, así que se le ocurre una idea: Hacerle un vídeo a su amiga para volver a ser las inseparables BFF. Le lleva toda la tarde hacerlo, y cuando lo termina, espera ansiosa a que su amiga se conecte para poder enseñárselo, está deseando arreglar las cosas con la chica a la que tanto echaba de menos.
Cuando la otra amiga se conecta, ella no tarda ni diez segundos en enviarle su vídeo y para matar el tiempo mientras espera, decide ver el vídeo a la vez que ella. Cuando termina, su amiga le dice que vuelva. Ella ríe, y le hace entender que quiere que vuelvan a seguir como siempre. Creen que lo han arreglado, y las dos están... ¿felices? Más que eso. Quedan para el día siguiente, y para la chica del vídeo es como un sueño, que varias veces había tenido.
Cuando llega el día, las dos van a ver una película, y están mirando en internet algunas de ellas. La chica se va a comer, y cuando vuelve, su amiga le dice que es mejor no quedar. Piensa que se tiene que acostumbrar, porque le resulta raro que vuelvan a ser amigas tan de pronto. La otra, con una actitud respetuosa, accede y prefiere desconectarse.


Eso último ocurrió hace una semana. Fue tan raro, cada una con opiniones y metas diferentes, que al final no tuvieron otra que chocarse entre sí. Pero lo cierto es, que una no está completa sin la otra, y lo sabemos bastante bien. Nos necesitamos la una a la otra para seguir adelante, para sacar lo mejor de nosotras mismas y, resumiendo, para sentirnos completamente felices. 
Yo, ciertamente, es que ya no sé que hacer o decir. Sabía que esta sería una buena forma de expresarme, ya que se me da mucho mejor que hablar. Todavía estoy esperando una reconciliación, y una sonrisa, un "ya estoy acostumbrada", ¡la verdad es que me da igual! Sólo quiero algo que en su doble sentido diga "tu vida vuelve a tener un significado", para así, poder seguir adelante con todo.


Atentamente, de Mónica para su mejor amiga.

Hola,

creo que no me he presentado todavía. Me llamo Mónica, y como podéis ver con el título del blog, estoy perdida en el medio de la nada. ¿Tenéis vocación por algo? Lo mío es esto. Hacerte transmitir emociones y sentimiento a través de letras. También está la música, por lo que intento tocar el piano, lo intento. 
Siempre me han dicho que tengo mucha imaginación, y eso es algo de lo que me siento orgullosa. Me encanta ver películas y escuchar canciones con las que me sienta identificada, y bueno, por supuesto, leer relatos con los que poder identificarme también. Puedo ser la mejor o la peor, tú decides. Y bueno, si eres alguien falso, o que se ríe de los sueños de los demás, este no es sitio para ti. Escribo para personas que sean capaces de sonreír o llorar con algo, para personas que tengan grandes sueños en mente y con muchas ganas de cumplirlos, para personas que sepan de verdad cómo abrir un corazón. 
Soy un torbellino de risas, de ilusión y de nuevas ideas, y te doy la bienvenida a mi mundo. 

-Mónica.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Distance.

Distancia. ¿A qué te suena esa palabra? Desde que aprendimos a decir esas nueve letras, sabemos que es el espacio que hay entre dos cuerpos diferentes, aunque nunca llegué a imaginar lo que eso suponía.
Conoces a gente del sitio donde vives, unas te caen bien, otras un poco peor, pero conoces a personas. El problema llega, cuando empiezas a explorar, más allá de tu alcance. Empiezas a hablar con gente de otra ciudad, de otra provincia, de otra comunidad o incluso de otro país. Empiezas a hablar más y más con esa gente, hasta que llegas al punto de... ¿Quererlas? Piensas que es imposible, ya sea como amigo o como algo más, nunca has visto a esa persona en tu vida, y crees que es imposible llegar a quererla. Puede que la hayas visto un par de veces, o que llegue el día en el que por fin, os veáis cara a cara, pero lo cierto es que no será como ese vecino que ves todas las mañanas. Ni será como ese profesor que siempre llega de mal humor. No, es tu amigo, tu mejor amiga, el chico que te gusta, ¡tu novio! Da igual, sabes que vive a x kilómetros de ti, y que por primera vez en tu vida, vas a tener que enfrentarte a la distancia.
-Mónica.

Little things.

¿Quién no ha tenido nunca algún sueño? Algo que aspiras conseguir, alguna meta en tu vida... A veces, pensamos en lo que queremos hacer de mayores. ¿Qué queremos ser realmente? Cuando era pequeña, mi plan para el futuro era encontrarme al príncipe del país por la calle, casarme con él y ser, bueno, princesa. Sí, algo estúpido... Pero a esa edad todo son sueños. Conforme más añadiendo años a tu vida, te vas dando cuenta de lo que te gusta de verdad y de lo que no. Nunca me gustaron los deportes, por eso nunca quise ser jugadora de fútbol profesional. Tampoco me gustaban las matemáticas, la verdad es que nunca se me dieron especialmente bien. ¿Sabéis algo que sí que me encantaba? La música y las letras. Sí, llevarme todo el día escuchando música, o escribiendo en un blog que leerán unas escasas dos personas me ha llenado siempre de ilusión. Entonces, poco a poco te vas dando cuenta, de que no hace falta aspirar tanto. Puedes imaginar que tendrás fama y fortuna, y te imaginas que eso te hará feliz. ¿Y quién sabe? Puede que te quedes a la mitad del camino, pero por hacerlo no tienes por qué estar infeliz. Puede que te lean dos personas en vez de dos millones, y no hacen falta más.
Puede que no consigas llegar a lo más alto, y puede que sigas siendo feliz. Pero sobre todo, ¿sabes por qué estoy tan segura de esto? Porque puede ser, que la felicidad venga en compañía de los pequeños detalles que te brinda el destino.
-Mónica.

martes, 21 de febrero de 2012

Comencemos con un para siempre.

Hay muchas formas de presentarse. Puedes ser educado, o puedes ir a lo loco. Puedes pararte a medir tus palabras, o correr el riesgo y decir lo primero que se te ocurra. Puedes ser tímido, pero también puedes incluso intimidar a la otra persona. La verdad es que todo eso da igual, pues todas son presentaciones, y a veces, algo muy grande empieza con un simple "Hola".
A veces nos ponemos a pensar, y nos parece increíble cómo cambian las cosas. Cuando dijiste un simple "Hey, ¿qué tal?", y miras ahora, en lo que se ha convertido. Puede que esa persona a la que hablaste por aburrimiento, o por querer conocerla, ahora sea muy importante en tu vida, tanto, que serías diferente si no estuviera. Puede que esa persona ya se haya ido, y entonces es que no elegiste bien. Porque alguien que se aleja de ti, es que no nació para estar contigo, dándote su apoyo. Puede que haya motivos, a tu favor o en tu contra, por los que esa persona ya no está a tu lado, aunque tampoco es que haya que preocuparse demasiado.
¿Qué tal si comenzamos con un pequeño saludo? Quizás dure toda la eternidad.


Mónica.